Atotonilco:
Santuario de Jesús de Nazareth (S. XVIII). En la parte exterior del templo se pueden apreciar grandes muros que dan la impresión de que la iglesia fuera una fortaleza. Las paredes y techos del interior están casi totalmente cubiertos de obra mural, escultura, inscripciones y pinturas al óleo en un estilo llamado barroco popular mexicano, aunque la influencia indígena se puede ver. La mayor parte de la obra mural fue realizada por Antonio Martínez de Pocasangre, con casi ningún espacio libre entre las numerosas imágenes. El estilo de la pintura imita la pintura flamenca que fue conocido a través de las impresiones belgas que los españoles trajeron desde Europa. Esta obra mural ha hecho que el complejo sea llamado la “Capilla Sixtina de América” o la “Capilla Sixtina de México. Por ser un monumento de gran calidad artística, se ha denominado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO. Se ha restaurado de manera integral, tanto arquitectónica como artísticamente. En total se han intervenido un total de 5,793 m2 de pintura mural, sesenta y dos pinturas al óleo sobre caballete, cincuenta y nueve esculturas policromadas, once retablos, cuarenta y siete obras entre puertas pintadas y doradas y sus marcos. También se trabajó en el rescate del entorno urbano.
Restauración artística: Mtro. Agustín Espinosa
Salamanca:
El hermoso Ex convento de San Juan de Sahagún, edificio del siglo XVIII, se restauró integralmente. El claustro se adecuó para transformarlo en un complejo cultural conocido como Centro de las Artes.
Restauración arquitectónica: Arq. Francisco Pérez de Salazar Verea
Dentro del Ex convento de San Juan de Sahagún se encuentra el Templo de San Agustín, (S.XVII). Fue motivo de una restauración arquitectónica, además de los doce retablos barrocos, doce óleos, ochenta y nueve esculturas policromadas, el sotocoro y bancas estofadas y también cinco bienes muebles.
Restauradores:
Restauración arquitectónica: Arq. Francisco Pérez de Salazar Verea
Restauración artística: Mtro. Agustín Espinosa.